
Los medios de cambio y transformación social han sido expropiados por el sistema político en cuestión, teniendo como garante del mismo la democracia representativa; con sus partidos políticos, el sistema electoral, la representación parlamentaria y el aparato institucional y legal. La noviolencia no pugna por ganar o conquistar el poder, sino por descubrir, construir y ejercer el poder que como pueblos y comunidades contamos para realizar acciones directas que alteren el entorno inmediato, a través de la organización celular, la democracia directa y la participación creativa, formando con esto comunidades y redes urbanas autónomas; sistemas de organización y acción social autónomos capaces construir espacios de igualdad y justicia.
La noviolencia es una alternativa al sistema social vigente, a la vez que una lucha utópica y fáctica contra las estructuras de injusticia e impunidad. En este sentido, la noviolencia es acción política, es un estilo de vida, es un proyecto ético y una experiencia espiritual que propone la construcción de la Civilización de Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario