miércoles, 16 de diciembre de 2009

Comunidades traumatizadas en contextos de impunidad


Las estructuras de injusticia y la violencia social directa van dejando una constelación de daños psicosociales, de los cuales, los más profundos, estructuran nuevos vínculos que se reproducen a nivel cultural, esto es; en la vida cotidiana, el lenguaje, las instituciones, los sistemas y las creencias. La reproducción cultural de las estructuras de injusticia y de violencia social directa cuenta con una dinámica en espiral que tiene como factor común reproductor al fenómeno de la impunidad. La inseguridad pública, el terrorismo, la violencia familiar, la contaminación ambiental, la intolerancia hacia la diferencia, entre otros, son síntomas de una estructura de injusticia socioeconómica y de un sistema social fundado en el poder y la desigualdad, generadores de pobreza, desesperanza y muerte.

Nuestras sociedades y comunidades se encuentran dañadas psíquica, social y espiritualmente, produciendo a través de estos vínculos de odio y resentimiento, nuevos sujetos reproductores de este tipo de relaciones y estructuras. En una analogía médica, los síntomas de la violencia tienen su origen en una enfermedad profunda que corroe todo el cuerpo social; la injusticia y la impunidad. Es necesario, a partir de este diagnóstico, llevar a cabo acciones de salud psicosocial para sanar a profundidad esta enfermedad, acciones terapéuticas que atiendan la prevención primaria, la atención de emergencia en situaciones de alta conflictividad, acciones noviolentas intensivas frente a las injusticias, la organización para el cambio del sistema social vigente y la transformación profunda de las estructuras de injusticia.

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